Así lucía el viernes la plaza de la Catedral. Más de un millar de personas de todos los ámbitos (padres, alumnos, profesores, políticos, educadores, ciudadanos...) pidiendo respetuosamente un diálogo constructivo que encuentre fórmulas para dar continuidad a un proyecto educativo de gran tradición en la ciudad de Santander. Un acto sencillo en el que se dio lectura a una serie de escritos que, en representación de padres, alumnos y profesores, clamaban por la defensa de un Colegio que quieren enterrar vivo, muy vivo.
Todo un éxito que viene a avalar el gran esfuerzo y trabajo de la Coordinadora por avanzar en soluciones positivas, por buscar caminos de diálogo y por construir alternativas frente al rotundo, implacable y sangrante CIERRE anunciado por la Compañía de María. Un trabajo sereno en busca de un Plan de Viabilidad, un trabajo cuajado a contrareloj, pero con una seriedad intachable y eso si, sin alimentar ningún resquicio de rencor, ni alimentar las bocas que pretender ensañarse con las tentaciones urbanísticas como arma arrojadiza contra un modelo de educación concertada y cristiana.
No hubo gritos, no hubo insultos, tan solo una UNICA VOZ (de 1.500 gargantas) que acompañada de unas bonitas notas musicales implorabla se reconsidere tan drástica decisión y se abran caminos que miren hacia el futuro. Este es el mayor éxito al margen de numeros y presencias.
Los textos que se leyeron...
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