EL CIERRE DE LA ENSEÑANZA NO ES SÓLO UN PROBLEMA NUESTRO
Desde que salió a la luz la noticia del cierre del colegio “La Enseñanza”, ante la decisión de la Compañía de María de abandonar la labor educativa en la ciudad de Santander, todos los análisis se han dirigido al problema que se plantea a 500 alumnos con sus respectivos padres, 30 profesores y el personal no docente. Hemos recibido apoyos a “nuestro problema” desde muy diversos sectores tanto públicos como privados. Hasta ahora el análisis se ha realizado centrado en la parcela de Vía Cornelia 2 y en los miembros de esta comunidad.
Bien, pues yo creo que ya ha llegado el momento de alejar el zoom para darnos cuenta de que estamos hablando de un problema de la ciudad, un problema del centro de Santander. Quiero decir que ha llegado el momento de que los vecinos de la zona no firmen nuestros escritos apoyando “nuestra lucha”, me parece que deberían comprender que esa lucha también es suya, que estamos hablando de algo que, en caso de ocurrir, va a cambiar la realidad de esta zona de nuestra ciudad.
Leemos en los periódicos que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento ha presentado “su modelo” de ciudad al presentar el avance del Plan General y yo me pregunto si realmente han pensado en el modelo de ciudad que se plantea con la ficha de area específica nº 28. Los objetivos de esta revisión se señalan en la mejora de las condiciones urbanas del entorno de Vía Cornelia y de las condiciones de servicio del Colegio Compañía de María. Ambos objetivos son plausibles, la mejora de las condiciones de servicio del colegio (mejora truncada ante el abocamiento al cierre) y la mejora de las condiciones urbanas del entorno de Vía Cornelia por todos los vecinos de la zona.
Se plantea en la exposición de antecedentes el aumentar las dotaciones, espacios libres y aparcamiento, y aquí me gustaría apuntar unas cuantas reflexiones.
La necesidad de aparcamiento es indiscutible, máxime cuando se está trabajando en una ciudad para el peatón y eso hace que se amplien las aceras renunciando a algunas plazas de aparcamiento de las pocas ya existentes, la duda que se me plantea es ¿qué peatón? Si ahora el mayor número de peatones son los niños y sus padres que se dirigen al colegio. ¿Es necesario suprimir el colegio?
Un colegio es una fórmula innegable de conservar espacios libres al ser estos dedicados a patios de juego. Si bien no son públicos son utilizados por un elevado número de ciudadanos. Los espacios públicos se plantean como lugares de encuentro y de intercambio ¿hay otra definición mejor para los patios del colegio?
La propuesta no aumenta las dotaciones pues un colegio es una dotación educativa que se perdería a favor de un dotacional administrativa ¿son realmente más necesarias las oficinas que el colegio?
Y ahora vuelvo a acercar el zoom y hago un análisis de la parcela y pienso “son 14000 m2” , ¿no podría plantearse una mejora de las conexiones de la calles adyacentes, la construcción de aparcamientos e incluso de viviendas y mantener el colegio? Y mi respuesta es que sí . Es preciso voluntad y reflexión seria por parte de todos los implicados y es eso lo que me gustaría pedir a través de estas líneas.
Creo que, lo que hasta ahora se ha visto como “nuestro problema”, plantea una buena oportunidad a la ciudad y a sus políticos de, realmente y con seriedad, mejorar esta zona de la ciudad y creo que es posible aunar todos los intereses en pos de una mejor solución “sostenible”.
En mi opinión, fundamentada en las reflexiones arriba señaladas y otras muchas, suprimir el colegio de la parcela es un tremendo error. No podemos olvidar que en el interior de las ciudades anida la vida misma; y la calle Cervantes, Vía Cornelia y todas las del entorno, una de ellas lleva el nombre del colegio, respiran niños con mochilas que cada mañana, al mediodía y por la tarde pasan por ellas al dirigirse al colegio; esos olores están en la memoria histórica y en la memoria de la ciudad. Así que no sigamos pensando que el cierre del Colegio de la Enseñanza es un problema sólo de unos pocos, aunque seamos más de 500, es un problema de la ciudad .
Mar Martínez
Desde que salió a la luz la noticia del cierre del colegio “La Enseñanza”, ante la decisión de la Compañía de María de abandonar la labor educativa en la ciudad de Santander, todos los análisis se han dirigido al problema que se plantea a 500 alumnos con sus respectivos padres, 30 profesores y el personal no docente. Hemos recibido apoyos a “nuestro problema” desde muy diversos sectores tanto públicos como privados. Hasta ahora el análisis se ha realizado centrado en la parcela de Vía Cornelia 2 y en los miembros de esta comunidad.
Bien, pues yo creo que ya ha llegado el momento de alejar el zoom para darnos cuenta de que estamos hablando de un problema de la ciudad, un problema del centro de Santander. Quiero decir que ha llegado el momento de que los vecinos de la zona no firmen nuestros escritos apoyando “nuestra lucha”, me parece que deberían comprender que esa lucha también es suya, que estamos hablando de algo que, en caso de ocurrir, va a cambiar la realidad de esta zona de nuestra ciudad.
Leemos en los periódicos que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento ha presentado “su modelo” de ciudad al presentar el avance del Plan General y yo me pregunto si realmente han pensado en el modelo de ciudad que se plantea con la ficha de area específica nº 28. Los objetivos de esta revisión se señalan en la mejora de las condiciones urbanas del entorno de Vía Cornelia y de las condiciones de servicio del Colegio Compañía de María. Ambos objetivos son plausibles, la mejora de las condiciones de servicio del colegio (mejora truncada ante el abocamiento al cierre) y la mejora de las condiciones urbanas del entorno de Vía Cornelia por todos los vecinos de la zona.
Se plantea en la exposición de antecedentes el aumentar las dotaciones, espacios libres y aparcamiento, y aquí me gustaría apuntar unas cuantas reflexiones.
La necesidad de aparcamiento es indiscutible, máxime cuando se está trabajando en una ciudad para el peatón y eso hace que se amplien las aceras renunciando a algunas plazas de aparcamiento de las pocas ya existentes, la duda que se me plantea es ¿qué peatón? Si ahora el mayor número de peatones son los niños y sus padres que se dirigen al colegio. ¿Es necesario suprimir el colegio?
Un colegio es una fórmula innegable de conservar espacios libres al ser estos dedicados a patios de juego. Si bien no son públicos son utilizados por un elevado número de ciudadanos. Los espacios públicos se plantean como lugares de encuentro y de intercambio ¿hay otra definición mejor para los patios del colegio?
La propuesta no aumenta las dotaciones pues un colegio es una dotación educativa que se perdería a favor de un dotacional administrativa ¿son realmente más necesarias las oficinas que el colegio?
Y ahora vuelvo a acercar el zoom y hago un análisis de la parcela y pienso “son 14000 m2” , ¿no podría plantearse una mejora de las conexiones de la calles adyacentes, la construcción de aparcamientos e incluso de viviendas y mantener el colegio? Y mi respuesta es que sí . Es preciso voluntad y reflexión seria por parte de todos los implicados y es eso lo que me gustaría pedir a través de estas líneas.
Creo que, lo que hasta ahora se ha visto como “nuestro problema”, plantea una buena oportunidad a la ciudad y a sus políticos de, realmente y con seriedad, mejorar esta zona de la ciudad y creo que es posible aunar todos los intereses en pos de una mejor solución “sostenible”.
En mi opinión, fundamentada en las reflexiones arriba señaladas y otras muchas, suprimir el colegio de la parcela es un tremendo error. No podemos olvidar que en el interior de las ciudades anida la vida misma; y la calle Cervantes, Vía Cornelia y todas las del entorno, una de ellas lleva el nombre del colegio, respiran niños con mochilas que cada mañana, al mediodía y por la tarde pasan por ellas al dirigirse al colegio; esos olores están en la memoria histórica y en la memoria de la ciudad. Así que no sigamos pensando que el cierre del Colegio de la Enseñanza es un problema sólo de unos pocos, aunque seamos más de 500, es un problema de la ciudad .
Mar Martínez
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